Bueno, ya estoy aquí para contar el finde.
Este ha tocado Villa de Leiva, un pueblo precioso y tranquilo que merece la pena conocer.
Del caminito para llegar mejor hablamos en persona porque si bien es cierto que se dió todo rapidito, fué una odisea, todo un caos de gente buscando gente para llenar autobuses, gritando los destinos y cogiendo la maleta si notaban que ibas donde ellos, luego trasbordo a una buseta... en fin, como os digo, mejor lo cuento con una cervecita delante...al final llegamos sanas y salvas aunque nos sentimos carne de peli de antena 3 a mediodia :-)
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