La comida ha estado genial, por la mañana desayunamos un café, exquisito, el chico tardó más de media hora en hacerlo pero la verdad es que le quedo riquísimo... mi nesspreso tarda menos pero también es verdad es que es menos artesanal.
De comer pedimos una galleta de café y una almojabana ... que no es algo que se sufre en silencio, sino un desayuno típico de aquí, una espece de bocado relleno de queso, también muy bueno. Lo pusieron calentito así que el queso estaba derretidito y suave.
Para almorzar nos fuimos, bueno, más bien nos secuestraron, a un restaurante que tenía buena pinta y no nos decepcionó.
Pedimos un lomo de res a la pimienta y una picada boyacense y estaba a cual más bueno. Para beber un vino chileno que estaba de muerte.
Como veréis yo no esperé a que Aurory sacara la foto y cuando se dió cuenta me había comido medio lomo.. jajajaja
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